En el rincón de las palabras escondidas,
en las llanuras de las mentes olvidadas,
en el océano de aguas que se agitan,
para que Tú me cojas de la mano,
para que Tú me salves del abismo,
de la añoranza de sueños acabados
con la aventura de ser quienes no fuimos,
seguramente me estabas esperando.
Como siempre, sentado en esa acera
con la mirada perdida entre la gente,
sin saber si tu vida es pasajera
o es la muerte quien te vence lentamente.
Por tus manos renací en el paraíso
al rozar con el árbol de la vida
un tropel de aguas cabalgaron,
en el abrazo cotidiano, en la alegría.
Muchas veces me pregunto si mi historia
es la mezcla de emociones rescatadas
de las páginas de libros que un día ardieron
en las épocas doradas de la gloria,
donde Tú venías a buscarme,
devolviendo la paz a mi memoria.
Manuel Sequera
Entradas
1 comentarios:
Un amor muy fuerte y un lindo poema.
Un abrazo.
Publicar un comentario